Muchas empresas pueden tratar de alterar sus estructuras empresariales mediante la venta de determinadas unidades de negocio o la expansión mediante adquisiciones. Por ejemplo, las empresas tendrán que reevaluar su nivel óptimo de deuda a la luz de la reforma fiscal estadounidense. La restricción en el monto de las deducciones fiscales por gastos de intereses sobre la deuda, combinada con un efecto impositivo menor con la disminución de la tasa impositiva corporativa de los Estados Unidos, hará que los altos niveles de apalancamiento sean menos atractivos en el futuro. Un informe de EY, Making capital allocation decisions in light of US tax reform, predice que la cantidad de deuda de las empresas públicas podría disminuir hasta en un 25%.
Las empresas también tendrán que ajustar la forma en que evalúan los posibles objetivos de adquisición, ya que los recortes de los tipos impositivos afectarán a los ingresos, el flujo de caja y el tipo de descuento. Los beneficios derivados de estas reducciones de tipos variarán de una empresa a otra y de un sector a otro.
"Las compañías deben tratar de desplegar su capital de manera que se cree valor sostenible en todo el negocio", menciona Torsdon Poon, EY Americas Transaction Tax Leader. "Aquellos que simplemente aumentan el gasto en general podrían quedarse con proyectos que destruyan el valor".
Poon señala que las empresas pueden enfrentarse a agendas de gastos contradictorias a medida que los accionistas presionan para obtener aumentos de dividendos y recompras de acciones, mientras que los líderes persiguen planes para expandir el negocio a través de inversiones o adquisiciones de capital. La clave aquí es la comunicación, puntualiza.
"Las empresas deben demostrar a los accionistas que han examinado todos los matices relacionados con los impuestos y que, al final, su decisión dará lugar a la creación de valor", afirma Poon.
Las empresas deben tratar de desplegar su capital de forma que se cree valor sostenible en toda la empresa. Aquellos que simplemente aumentan el gasto en general podrían quedarse con proyectos que destruyen el valor.
Hasta los detalles
La nueva ley tributaria de EE.UU. introduce numerosos cambios que afectarán a la información financiera, — cada uno con su propia fecha de entrada en vigor, transición y normas de introducción gradual. Las compañías no deben subestimar la complejidad de esta tarea. Las empresas y sus asesores tendrán que implementar estas modificaciones y detalles técnicos en un entorno en el que muchos puntos siguen sin estar claros.
La orientación adicional del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), así como la administración tributaria de los EE.UU., debería ayudar a proporcionar claridad, tanto en términos de la preparación de los estados financieros como de la comprensión de las implicaciones tributarias más amplias que afectarán al negocio en el futuro.
"Los departamentos de finanzas, tesorería e impuestos de la compañía necesitan trabajar juntos para ejecutar un plan que responda a los diferentes puntos", señala Frank Mahoney, EY Americas Vice Chair – Assurance. "Esto podría incluir la nueva tasa del impuesto de sociedades, el impuesto de transición único, la cancelación de ciertos activos, o cualquier ajuste a los atributos fiscales existentes o a los controles internos que puedan ser necesarios".
Por ejemplo, las empresas pueden necesitar más tiempo para evaluar las disposiciones de la nueva ley tributaria y tener en cuenta estos efectos. Si un negocio aún no ha terminado este análisis, debe hacer revelaciones sólidas sobre dónde no está completa su contabilidad y, por lo tanto, está sujeto a cambios.
La ley tributaria, por ejemplo, contiene nuevas disposiciones dirigidas tanto a las empresas multinacionales con sede en Estados Unidos como en el extranjero. Estas disposiciones crean un nuevo impuesto mínimo sobre la renta global intangible de baja tributación (GILTI, por sus siglas en inglés) y un nuevo impuesto contra la erosión de la base imponible (BEAT) a través del cual determinados pagos efectuados por una empresa estadounidense a una empresa relacionada con el extranjero estarán sujetos a un cómputo fiscal alternativo.
Las empresas sujetas a las nuevas disposiciones de GILTI y BEAT deberán evaluar cómo pueden afectar a las obligaciones fiscales futuras de una empresa, a los tipos impositivos efectivos y a la información financiera.
En el caso de las empresas públicas, la ley establece nuevos límites a las deducciones por compensaciones pagadas a determinados empleados cubiertos. La ley fiscal aumenta el número de empleados sujetos a estas disposiciones y elimina la exención de la remuneración basada en el rendimiento. Las organizaciones tendrán que prestar mucha atención a estas disposiciones para entender si los planes de compensación existentes pueden ser protegidos bajo la nueva ley o si necesitan ser reevaluados.
También hay cuestiones críticas que deben abordarse en relación con las consecuencias financieras del impuesto de repatriación que se paga una sola vez. La complejidad de entender la cantidad sujeta a impuestos y la aplicación de diferentes tipos impositivos requerirá un esfuerzo y un análisis adicionales.
Prepárese para más cambios por venir
Estados Unidos no será la última jurisdicción en recortar los tipos impositivos de las empresas; la tendencia a la reducción de los tipos del impuesto de sociedades y a la ampliación de la base impositiva continuará en 2018, según el informe de EY Global tax policy outlook para 2018. La reforma fiscal en otra gran economía podría volver a cambiar las reglas del juego, obligando a las empresas a replantearse una vez más su estrategia.
Pero será importante mirar más allá de la tasa impositiva principal de una jurisdicción. A medida que continúe la competencia por la inversión y la creación de empleo, las empresas tendrán que evaluar continuamente los impuestos como parte del panorama general de las decisiones empresariales. Esto incluye la comprensión y la gestión de un mundo de impuestos cada vez más contradictorio.
Por un lado, muchas jurisdicciones compiten por la inversión reduciendo las tasas del impuesto sobre la renta de las empresas y renovando los incentivos para atraer a las empresas y hacer crecer la economía. Al mismo tiempo, estamos viendo que las administraciones tributarias están aumentando los recursos para impulsar la recaudación de impuestos a través de iniciativas de digitalización y transparencia, al tiempo que proponen cambios radicales en la tributación de la economía digital.
El mundo de los impuestos y el impacto de la reforma fiscal va mucho más allá de los impuestos. Asegúrese de entender lo que significa para su negocio en su conjunto.
Resumen
La reforma fiscal en los EE.UU. está obligando a las empresas, una vez más, a replantearse su estrategia fiscal y a reevaluar los impuestos como parte del panorama general para la toma de decisiones empresariales.