Man walking on the road

Comportamiento de la corrupción pública y privada


Centroamérica, Panamá y República Dominicana

¿ Sabías que el 9 de diciembre se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción? 

La corrupción es un fenómeno difícil de dimensionar y cuantificar por su naturaleza de ocultación. Sin embargo, por medio de la cantidad de denuncias, investigaciones políticas y judiciales y por estudios de opinión publica, se pueden generar aproximaciones que permitan conocer la magnitud y características de la corrupción tanto publica como privada.

La percepción ciudadana es una de las aristas mas importantes en cuanto a la visualización de actos de corrupción en la región, por ejemplo: para países como Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, los estudios de opinión ubican a la policía como la entidad más corrupta dentro de la esfera pública; mientras que en Costa Rica, El Salvador y Panamá, los actos de corrupción están relacionados a la figura del presidente y sus funciones.

En este estudio  le contamos sobre la percepción ciudadana tanto para materia de corrupción pública como privada en los países de la región, acciones para cuantificarla y soluciones para actuar ante esta problemática.

Corrupción Pública: El abuso de recursos públicos para beneficiar a un grupo pequeño de individuos, involucra explícitamente el poder y la política, también al sector público y al privado y sus efectos en políticas, instituciones y el progreso a nivel país. Es decir, el abuso del poder público para el beneficio privado.

Corrupción Privada: Se refiere a actos de malversación de fondos o influencias, desde las mismas cúpulas de poder privado, es decir, desde las empresas o negocios.  Incluye el tráfico de influencias para el beneficio de una o varias personas.

Denuncias Judiciales: Desde el año 2010, casi en todos los países centroamericanos se han destapado casos de corrupción que involucraron el desvío de grandes sumas de dinero e implicaron a las autoridades gubernamentales. Ante estas investigaciones el descontento ciudadano ha tomado fuerza, realizando puntos de presión sobre los sistemas políticos centroamericanos y provocando protestas sociales y desorden político.

Veamos primero el panorama regional:

En Centroamérica, Panamá y República Dominicana se utilizan dos instrumentos principales para cuantificar la percepción ciudadana sobre la corrupción.

  1. . Encuesta Barómetro de las Américas del Proyecto de Opinión Pública en América Latina (Lapop)
  2. Encuesta Latinobarómetro

Además de observatorios internacionales y regionales que cuantifican los indicadores de corrupción como lo hace Transparencia Internacional.

Para el 5% de la ciudadanía en países como El Salvador, Nicaragua, República Dominicana y Guatemala la corrupción es vista como el principal problema. En Costa Rica, Panamá y Honduras se incrementa al 10%. Sin embargo, en todos los países el tema económico continua siendo la mayor preocupación de la ciudadanía y ello responde a que en los últimos años desde el 2019 hasta la fecha, la región ha sido golpeada por la pandemia del COVID-19, por huracanes, principalmente, lo que ha incrementado la pobreza y aumentado la brecha de desigualdad.

Sin embargo, según el indicador CESLA (2021) que reúne los principales datos del Banco Mundial, Transparencia Internacional, el Foro Económico Mundial entre otros, ubica a la media latinoamericana con un nivel “alto” de corrupción (aquí se encuentra República Dominicana, El Salvador y Panamá) , países como Costa Rica se encuentran con niveles menores en la categoría de “preocupante”, y países como Nicaragua, Guatemala y Honduras, con niveles mayores de corrupción en niveles “alarmantes”.

Nota: Para leer este indicador se sigue el siguiente criterio: de 0 a 20 nivel bajo de corrupción y política anticorrupción recomendable; de 21 a 40 nivel moderado de corrupción y adecuada política anticorrupción; de 41a 60 nivel preocupante de corrupción y política anticorrupción laxa; de 61 a 80 nivel alto de corrupción y debilidad extrema en política anticorrupción; de 81 a 100, nivel alarmante de corrupción y pésimo control.

*Léase región EYCA como: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

El COVID-19 impactó la manera como se perciben los Sistemas de Salud y la Corrupción

Pese a que la percepción ciudadana no ubica a la corrupción como uno de los principales problemas de las sociedades centroamericanas, esta continua en aumento, colocando a la región en posiciones alarmantes, con calificaciones que preocupan a los países para el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo, además de alejar la inversión extranjera en estos territorios, siendo cada vez menos atractivos para inversionistas.

Con la pandemia del COVID-19 la corrupción afectó negativamente el acceso de la población a los servicios sanitarios de calidad. Además altos índices de corrupción como los que presentaron Nicaragua, Honduras y Guatemala, suelen estar asociados a un bajo nivel en la cobertura sanitaria universal, mayor mortalidad infantil y materna y el incremento de enfermedades como cáncer, diabetes y de tipo cardio-respiratorias. 

En el estudio de Transparencia Internacional se relaciona a estos países que poseen altos niveles de corrupción pública con acciones que atentan contra las democracias y el estado de derecho en la gestión de la crisis del COVID-19, dificultando la tarea de los sistemas de salud en cuanto al manejo de la crisis, tamizaje de pruebas, estadísticas biosanitarias y la gestión y compra de lotes de vacunas. Inclusive Delia Ferrereira Rubio (Presidenta de Transparencia Internacional), en el informe 2020, se refirió al tema como:

“La COVID-19 no es solo una crisis sanitaria y económica: es una crisis de corrupción. Y no la estamos superando”.

Conclusiones generales y acciones clave por implementar

Centroamérica, Panamá y República Dominicana es una región que presenta índices de corrupción alarmantes a nivel internacional. Desde el 2019 la frecuencia de casos de corrupción ha ido en aumento, a causa de factores externos e internos como la pandemia del COVID-19, las constantes tormentas tropicales y las crisis políticas y económicas internas de cada país.

  • A pesar de los casos alarmantes de corrupción, la percepción ciudadana continua colocando como principales problemas la crisis económica, la pobreza, la desigualdad y la criminalidad. Sin embargo, estas problemáticas no se pueden separar del fenómeno de la corrupción, presentándose usualmente en conjunto.
  • En países con altos índices de corrupción es más difícil reaccionar ante escenarios de emergencia, formular políticas públicas que ayuden a cumplir los objetivos del desarrollo y generar un bienestar colectivo a nivel país.
  • La ciudadanía posee un papel importante al exigir espacios públicos libres de corrupción, vigilar que se cumplan los sistemas de justicia y solicitar soluciones a quienes sea necesario.

Acciones Clave

Reforzar los organismos de supervisión: las instituciones anticorrupción y los organismos de supervisión deberán contar con fondos, recursos e independencia suficientes para cumplir su cometido.

Procesos de Contratación abiertos y transparentes:  a fin de combatir irregularidades, identificar conflictos de interés y garantizar precios justos.

Defender la democracia y fomentar el espacio público: la crisis del COVID-19 ha exacerbado el debilitamiento de sistemas democráticos, como excusa para la rendición de cuentas y procesos judiciales.

Publicar Datos pertinentes y accesibles: el uso de datos fiables son importantes en situaciones de emergencia, sirviendo como parámetros para políticas justas y equitativas, además de garantizar el derecho a la información. 


Resumen

La corrupción es un fenómeno difícil de dimensionar y cuantificar por su naturaleza de ocultación. Sin embargo, por medio de la cantidad de denuncias, investigaciones políticas y judiciales y por estudios de opinión publica, se pueden generar aproximaciones que permitan conocer la magnitud y características de la corrupción tanto publica como privada.