La implementación de estas tecnologías ha creado dinámicas innovadoras para su adopción, las cuales se enfocan en tener nuevas colaboraciones humano-robot, crear carreras alternativas a la gerencia y enfocarse en la automatización para centrarse en los juicios de valor y la relación con los clientes.
De acuerdo con análisis realizados por EY, por cada profesional en Latinoamérica relacionado con actividades tecnológicas, en 2024 se necesitarán siete.
Por otro lado, el proceso de transformación de las empresas para implementar nuevas modalidades de trabajo siempre debe ir relacionado con la legislación vigente en materia laboral. En el caso de México, de acuerdo con la reforma a la Ley Federal del Trabajo, para que un modelo remoto pueda ser denominado teletrabajo, el 40% del tiempo que se labora debe llevarse a cabo desde un dispositivo tecnológico o en el domicilio del colaborador. Además, las compañías tienen la obligación de proporcionar equipos y herramientas necesarias para realizar el trabajo remoto, asumir el pago del servicio internet y la parte proporcional de electricidad, así como respetar el derecho a la desconexión al término de la jornada laboral.
Debido a la implementación del teletrabajo por parte de las empresas, se están utilizando con mayor frecuencia las tecnologías de la información y comunicación para potenciar la productividad. Cabe recalcar que las compañías deben constatar por escrito las condiciones laborales e incluir el equipo, los insumos y todo lo relacionado con las obligaciones de seguridad y salud que se entregan a los trabajadores.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 el 30% de las grandes empresas en México implementó la modalidad de teletrabajo, reestructurando los modelos laborales y de negocios hacia nuevas prácticas enfocadas en la incorporación de una mayor flexibilidad, ampliando las herramientas para extender las capacidades y habilidades de los colaboradores.