A partir de la ideación de un nuevo negocio, desde el punto de vista del emprendedor hasta la planeación estratégica o la renovación de la misma, hay siempre un punto vital que hay que encontrar. Se trata de qué tan perdurable podrá ser el negocio.
Los negocios no pueden ser pensados para el presente próximo sino para que perduren. En este contexto el pasado es importante, cuanto más se ha fallado, más y mejores posibilidades se tienen de no cometer una equivocación nuevamente. Por eso el pasado en los negocios es importante, no solo por la historia que es la materia prima de los modelos cuantitativos sino para hacer una renovación estratégica constante y para generar una cultura innovadora y emprendedora.
Para empezar por lo que muchos consideran indiscutible, es decir lo económico, debemos entender a nuestros compradores (Clientes o consumidores de los productos o servicios). Para ello es necesario sentarse a pensar estratégicamente qué es lo que necesitan y cómo nuestros productos o servicios pueden cubrir esa necesidad de manera estratégica. En este punto es donde los especialistas del mercadeo inician su análisis: el comportamiento de los consumidores. La economía depende de las personas y en principio, es fundamental realizar una segmentación del mercado en donde se tenga claro a la generación a la que se quiere impactar. No es lo mismo el comportamiento del consumo en un millenial que el del centenial. Si ese análisis queda bien hecho seguramente los ingresos fluirán y se obtendrán buenos resultados. Recordemos que poner las ventas en el centro de la estrategia es una de las claves de los negocios exitosos.
La magia detrás de una estrategia de mercados depende de un análisis económico profundo. A pesar de esto, ser estratégicos no puede ser visto únicamente desde un punto de vista económico; las aspectos social y ambiental también deben tenerse en cuenta para el impacto que tenga cada negocio en su ecosistema. Tener claro que la estrategia de las compañías debe tener el impacto social y ambiental como pilares fundamentales. Cuanto más se piense en un negocio de estas características más y mejores resultados se obtendrán.
Todo esto será posible si se cuenta con el apoyo proactivo y estratégico de los lideres financieros y a su vez, estos se preocupan por generar análisis y reportes financieros integrados en los que no solo se analicen los resultados económicos, sino que también se informe el impacto social y ambiental. En un mundo cambiante y de nuevas generaciones consientes y empoderadas, pensar en el impacto colateral de las empresas hará que tengan más probabilidades de perdurar y ser exitosas.
Si bien hay que ocuparse por el hoy y el ahora, es importante tener en cuenta la consecuencia de una toma de decisiones. Por eso es fundamental que la visión de un negocio sea pensada estratégicamente para que perdure en el tiempo y sea fácilmente monitoreada por las generaciones futuras. Ese es el verdadero sentido de una estrategia sostenible.
Articulo extraído de la columna de opinión del Diario El Espectador publicada el 11 Feb 2019