De píxel a vóxel: el futuro de todas las industrias
La pandemia de COVID-19 catalizó la migración continua de nuestras vidas personales y profesionales al mundo de los píxeles. No obstante, aunque las plataformas online median muchas, sino todas, nuestras actividades offline, no pueden sustituir la presencia física. El metaverso propone cerrar esta brecha; entrelazando átomos físicos y bits digitales para construir una experiencia táctil y sensorialmente inmersiva que crea la sensación de estar presente sin requerir presencia real. Efectivamente, nos permitiría no solo estar en Internet sino dentro de él, incluidos los lugares y las cosas que valoramos.
Sin las restricciones de los límites físicos de tiempo y espacio, el metaverso presenta nuevas oportunidades de transformación en todas las industrias más allá del gaming. De manera similar a la era de Internet móvil, la era inmersiva exigirá un cambio radical en el enfoque de las empresas hacia el compromiso del cliente, la marca, el desarrollo de productos, la innovación y, en última instancia, todo su modelo de negocio. Muchos ya están experimentando y aprovechando las plataformas de gaming existentes para construir espacios sociales virtuales, vender artículos virtuales como ropa o zapatos para avatares, crear gemelos digitales de fábricas para optimizar las operaciones e incluso realizar entrevistas para incorporar nuevos colaboradores.
Los gobiernos también están tomando nota del potencial de interacciones más profundas y ricas, incluidos los servicios públicos, la educación, el turismo y los eventos culturales en el metaverso. En otros lugares se están planificando embajadas para naciones más pequeñas y menos ricas para tener una presencia internacional instantánea. Otros incluso están utilizando réplicas digitales basadas en datos de entornos físicos junto con inteligencia artificial para predecir la propagación de incendios forestales y prevenir a los bomberos.
Estas primeras incursiones proporcionan una mirada a las asombrosas posibilidades que ofrece el metaverso. Pero junto con los beneficios hay peligros potenciales. Después de todo, un facsímil inmersivo virtual de nuestra realidad duplicará muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos en nuestros mundos físicos y digitales y, sin duda, creará nuevos.
Además de los hitos tecnológicos necesarios para hacer realidad el metaverso, hay desafíos más críticos centrados en el ser humano que sirven para moderar el impulso y el entusiasmo que rodea al concepto. A medida que el metaverso se cruza con varias facetas de nuestras realidades físicas y digitales, surgen cinco preguntas clave:
1. ¿Cómo se desarrollará y transformará las empresas el metaverso?
Mientras que las tecnologías convergentes están abriendo el camino hacia el metaverso, las experiencias inmersivas 3D totalmente conectadas presentan un rico panorama de oportunidades en todas las industrias. Las empresas se preguntan a sí mismas cómo deben pensar en el metaverso a medida que dan forma a su estrategia para el futuro. ¿Qué inversiones deberían hacer hoy para estar listas cuando llegue el metaverso?
Así como la transformación digital continúa obligando a las empresas a evolucionar en todos los aspectos de su negocio, se requerirá una transformación inmersiva para el metaverso. Un campo nuevo para los competidores se abrirá junto con nuevos mercados, nuevas preferencias del cliente y nuevos modelos de negocio. ¿Qué nuevos modelos de innovación surgirán? ¿Qué nuevas habilidades se requerirán? ¿Cómo afectará a la gestión del talento?
Aunque el uso generalizado del metaverso como interfaz principal de interacción con el cliente está a unos años de distancia, las empresas deben empezar a tenerlo en cuenta en su visión a corto y largo plazo.
2. ¿Están los reguladores preparados para el metaverso?
Los reguladores ya están lidiando con la gestión de las externalidades negativas de las tecnologías digitales actuales. Los problemas de recopilación de datos personales, privacidad y falsificaciones profundas están afectando significativamente el tejido de nuestra sociedad, así como la forma en que las organizaciones interactúan con sus clientes y colaboradores. Muy probablemente, el metaverso amplificará estos desafíos e introducirá otros nuevos.
A corto plazo, nuestro acceso al metaverso será a través de dispositivos de realidad virtual y aumentada. Estos no solo nos permitirán interactuar en el metaverso, sino que también permitirán a las compañías rastrear datos cada vez más personales, como expresiones faciales, presión arterial, mirada ocular y más. Las leyes actuales y las regulaciones de datos necesitarán actualizarse en múltiples vectores, desde el acceso equitativo a la seguridad, la responsabilidad, la propiedad intelectual y los derechos digitales, así como en la autorrepresentación honesta. ¿Cuáles serían las regulaciones adecuadas y qué se necesitará para que los reguladores avancen a la misma velocidad?
3. ¿Cómo reformulará el metaverso las experiencias centradas en el ser humano?
Poner los intereses humanos en el centro es una característica cada vez más diferenciadora para las empresas de hoy. En el metaverso, esto adquirirá un significado completamente nuevo a medida que los individuos se manifiesten y quieran teletransportarse a través del paisaje inmersivo virtual. Las experiencias exitosas en el metaverso dependerán de la comprensión y la adaptación a los comportamientos y las expectativas emergentes de los clientes. Además, a medida que los usuarios viajen por el metaverso atravesando muchos ecosistemas, la confianza se volverá aún más integral.
Mientras el metaverso se convierte en la interfaz tecnológica principal, debemos preguntarnos sobre el impacto en la potencial adicción a la tecnología y la salud mental. Ya existen preocupaciones sobre estos mismos temas en torno a las tecnologías de redes sociales y el metaverso hará que esa experiencia sea incluso más atractiva y potencialmente más peligrosa.
En este contexto, ¿cómo cambiará la forma en que las marcas diseñan e implementan el recorrido del cliente? ¿Qué se necesita para ofrecer experiencias realmente confiables? ¿Cómo se redefinirán el compromiso y la fidelidad del cliente?
4. ¿Qué nuevas dimensiones abrirá el metaverso para la sustentabilidad?
La sostenibilidad es una de las grandes preocupaciones para las agendas corporativas y gubernamentales. ¿Qué papel juega el metaverso en nuestro esfuerzo colectivo para abordar este problema global?
Hacer que el metaverso sea una realidad tecnológica requerirá una gran infraestructura nueva y, para ser adoptada, necesitará soluciones resilientes y cero netas. Además, si el consumo de productos y experiencias cambia desproporcionadamente a virtual o digital, podría afectar significativamente el consumo de recursos físicos y las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que puede ser positivo, ya que podría conducir a menos viajes, pero también podría aumentar potencialmente las demandas en la red eléctrica.
Si el metaverso nos hace valorar el mundo virtual y digital más que el físico, ¿nos hará cuidar menos del medioambiente? Por otro lado, el metaverso podría transformar nuestra capacidad de observar, modelar y actuar en el mundo físico, llevándonos a comprender mejor nuestro impacto ambiental para tomar mejores decisiones.
5. ¿Cómo se desarrollarán las implementaciones del metaverso en todo el mundo?
Internet ya está balcanizado, operando bajo diferentes reglas en diferentes partes del mundo. De hecho, la tecnología se está convirtiendo en la nueva base para la competencia global y el metaverso no se salvará de esta situación. Aunque seguramente surgirán estándares reconocidos a nivel global para permitir la interoperabilidad, es probable que los gobiernos soberanos intervengan como lo han hecho en el mundo actual de Internet.
¿Cómo impactarán la geopolítica global y la creciente tendencia del proteccionismo en la evolución del metaverso? ¿Aparecerán líneas de falla similares? ¿Qué significará para las empresas que son cada vez más multinacionales gracias a la naturaleza de Internet?
El movimiento de descentralización es, en esencia, un intento de gobernanza colectiva sin regulaciones soberanas o corporativas. Conforme el metaverso gana terreno con mecanismos de intercambio basados en blockchain, ¿se convertirá en el paradigma económico definitivo? ¿Qué implicaciones podría tener tal cambio en el futuro de los modelos de negocio y las estructuras corporativas?
Complejidades y desafíos de una nueva realidad
En la antesala de cualquier nueva ola tecnológica hay visiones competidoras de distopía y utopía, y el metaverso no es diferente. Si bien no podemos imaginar completamente toda la gama de beneficios o riesgos que surgirán, está claro que estamos a punto de lanzarnos a una nueva y fascinante dimensión de la experiencia humana. Esta es la primera entrega de una serie de inmersiones profundas que EY propone realizar. En artículos posteriores, profundizaremos en las preguntas críticas planteadas anteriormente con la esperanza de revelar estrategias prácticas y accionables para empresas, gobiernos, economías e individuos.