Regular este nuevo planteamiento de productividad requerirá un nuevo enfoque en innovación y contribución humana y mayor énfasis en tecnologías, espacios de trabajo, horarios flexibles y otras prácticas para obtener mejores resultados.
Las juntas directivas pueden ayudar a establecer la pauta de que la productividad debe estar vinculada con el propósito de la organización y el compromiso y experiencia del empleado para impulsar su estrategia y crear valor a largo plazo. Las juntas pueden ayudar a la administración a ver más allá de las métricas tradicionales y enfocarse en los impulsores clave de valor y la contribución humana única que aumentarán no solo el valor financiero de la empresa, sino también el valor del cliente, del empleado y el valor social.
Priorizar el bienestar y la satisfacción de los empleados
El bienestar y la satisfacción de los empleados han cobrado mayor importancia en la estrategia de talento de las organizaciones. Por ejemplo, nuestra encuesta reveló que la mayoría de los empleados están dispuestos a dejar su trabajo actual si no se les ofrece la flexibilidad que desean, y los millennials son dos veces más propensos a renunciar que los baby boomers.
Como consecuencia, la administración busca optimizar procesos y políticas para abordar estas prioridades y convertirse en un empleador preferido. Las empresas deben considerar cómo los esquemas de trabajo y los programas de recompensas pueden contribuir a la satisfacción de los empleados. Esto podría incluir ser flexible en cuanto a dónde, cuándo y cómo se realiza el trabajo; proveer nuevas amenidades y beneficios para los empleados que no pueden trabajar de manera remota; ofrecer servicios de guardería; reembolsar los gastos que implica el trabajo en casa; y ofrecer oportunidades de formación y capacitación en un modelo híbrido o virtual.
Durante la pandemia, muchas empresas mejoraron la remuneración de sus empleados y las prestaciones de salud y añadieron otros programas de bienestar para cubrir factores como servicios de guardería y de salud mental. Ahora estas empresas tienen la oportunidad de seguir apoyando a su fuerza laboral a través de una provisión continua de estos y otros beneficios para darle prioridad a la satisfacción del empleado.
Las organizaciones que le dan prioridad al bienestar escuchan a sus empleados y ponen su salud, seguridad y satisfacción en primer lugar. Refuerzan los valores organizacionales ante la adversidad y se enfocan en idear nuevas formas de recompensar las conductas correctas. Algunas compañías están incorporando consciencia, vulnerabilidad y compasión en sus mensajes y acciones, lo que hace que sus líderes sean más accesibles y cercanos y así logren generar confianza en sus equipos e inspirarlos. Las juntas pueden tener un papel crítico en la supervisión de estas estrategias y establecer una pauta clara, convincente y constante desde la alta dirección.
Explotar una fuente de talento más amplia
En muchos casos, los empleados ahora pueden decidir dónde vivir independientemente de su lugar de trabajo, lo que les permite a las organizaciones explotar fuentes de talento más extensas para encontrar las habilidades requeridas para sus vacantes. Algunos empleados que trabajan de forma remota tendrían que vivir lo suficientemente cerca de su oficina para acudir cuando sea necesario, mientras que otros empleados podrían trabajar desde cualquier ubicación con la opción de que su empleador cubra el costo de trasladarlos a la oficina periódicamente. De cualquier forma, esta flexibilidad brinda oportunidades estratégicas para ampliar la búsqueda de talento, diversificar el talento en múltiples dimensiones y extender el horario de trabajo para cubrir diferentes husos horarios.
Al igual que la flexibilidad en el lugar de trabajo, los desafíos normativos y legislativos están incrementando y generando riesgos que deben atenderse. Por ejemplo, los empleados, sin saberlo, podrían generar obligaciones fiscales relacionadas con su residencia fiscal y el impuesto sobre la renta correspondiente al trabajar en una jurisdicción diferente. También deben considerar las normas y leyes aplicables a los trabajadores trasfronterizos que trabajan de forma remota.