La aplicación del análisis de datos a gran escala permite a los equipos de auditoría comprobar la precisión de los estados financieros de forma mucho más rápida y detallada. También significa que la capacidad de usar la analítica de datos e interpretar los resultados producidos se está convirtiendo en una habilidad central para todos los auditores, en lugar del dominio de los especialistas.
Nuevos flujos de datos
La forma en que los auditores llevan a cabo la auditoría también cambiará a medida que proliferan los datos corporativos. La implementación de las redes de telecomunicaciones 5G dará vida a Internet de las cosas (IoT) – miles de millones de dispositivos conectados que capturan datos a través de sensores remotos. Por ejemplo, un número creciente de empresas están utilizando sistemas logísticos basados en blockchain para automatizar el procesamiento de bienes en tránsito y mejorar la eficiencia y transparencia. Innovaciones como estas están dando como resultado nuevos flujos de datos que proporcionan nuevas fuentes de información que alimentarán el proceso de auditoría.
Las posibilidades creadas por estos nuevos flujos de datos incluyen auditar conjuntos de datos completos en lugar de muestras restringidas, lo que proporciona evidencia de auditoría más completa. También brinda a los auditores la oportunidad de profundizar su comprensión de la información financiera y no financiera de una empresa, lo que lleva a una mejor identificación de los riesgos de incorrección material, incluidos los riesgos de fraude.
Aplicar el análisis de datos a gran escala permite a los equipos de auditoría comprobar la precisión de los estados financieros de forma mucho más rápida y detallada. También significa que la capacidad de utilizar la analítica de datos e interpretar los resultados producidos se está convirtiendo en una habilidad central para todos los auditores, en lugar del dominio de los especialistas. La analítica de datos se aplica de adelante hacia atrás desde los sistemas de alimentación upstream al libro mayor. Por lo tanto, la capacitación en analítica de datos para los equipos de auditoría se ha convertido en una prioridad importante para las empresas de auditoría.
Mayor confianza en la auditoría
También existe un claro potencial para que los procesos basados en datos aumenten la confianza en el proceso de auditoría y amplíen la confianza, por ejemplo, proporcionando garantías sobre la seguridad y privacidad de los datos de IoT capturados y procesados por una entidad auditada. Convertirse en más impulsados por los datos también permitirá a los auditores demostrar cómo han alcanzado sus conclusiones, proporcionando una transparencia mucho mayor para los stakeholders. Sin embargo, este aumento en la confianza solo es posible cuando los auditores documentan claramente a qué datos han accedido, los controles que han realizado, los procesos que han seguido y la tecnología que han utilizado, de modo que un tercero independiente pueda comprender claramente cómo se llevó a cabo la auditoría.
Del mismo modo, la dependencia excesiva de la tecnología para llevar a cabo la auditoría sería un error peligroso. Sin duda, la tecnología puede mejorar la velocidad y la precisión de la auditoría, pero no se puede esperar que reemplacen el juicio profesional de un auditor experimentado. Los procesos implementados por los equipos de auditoría deben ser lo suficientemente robustos como para permitir el riesgo de que falle la tecnología.
Los auditores aún deberán confirmar los sistemas de control interno, realizar valoraciones independientes y aplicar el escepticismo profesional. Sin embargo, la aplicación de analítica de datos donde sea apropiado debería permitirles enfocarse en áreas donde sus habilidades profesionales son más valiosas.
El entorno regulatorio debe evolucionar para que los auditores puedan hacer un uso más eficaz de los datos y las técnicas de análisis de datos. Un factor limitante hoy, desde la perspectiva del auditor, no es la capacidad de su tecnología, sino hasta qué punto las normas de auditoría existentes les permitirán aplicar esto en lugar de los métodos tradicionales.
Cómo la adopción de la tecnología es un gran avance
Aunque la idea de que el análisis de datos a gran escala podría permitir la auditoría en tiempo real es atractiva, no está alineada con el mandato actual de los auditores para confirmar los estados financieros trimestralmente, semestralmente o anualmente, según corresponda. Incluso si la tecnología hace posible la auditoría casi en tiempo real, ¿el mercado busca este nivel de confianza en las finanzas de las empresas?
COVID-19 ha acelerado el proceso de digitalización en muchas empresas y sectores y ha hecho que muchos de ellos estén más dispuestos y mejor preparados para compartir datos electrónicamente, utilizando canales seguros. Esto va mucho más allá de los documentos: en los últimos meses, los auditores de EY han realizado un recorrido por el centro de datos de una empresa a través de un enlace de video a una computadora portátil, por ejemplo.
La comprensión de que las empresas y los auditores pueden cambiar la forma en que operan tan rápidamente, siempre que todos los stakeholders clave y los tomadores de decisiones estén de acuerdo y apoyen una mayor adopción de tecnología, es un avance importante tanto para las firmas de auditoría como para las empresas que auditan. Debería agregar impulso al progreso acelerado del uso de analítica de datos avanzada para realizar auditorías, y facilitar el cambio de una auditoría digital habilitada para datos hoy, a una auditoría totalmente impulsada por datos en el futuro.
Pero otros elementos vitales también deben estar en su lugar. A nivel práctico, hay una amplia variación en lo preparadas que están las empresas para llevar a cabo enfoques basados en datos. El factor limitante suele ser si las empresas tienen una estructura de tecnología integrada que les permitirá extraer datos y analizarlos de manera consistente y rápida. Algunas organizaciones también pueden restringir el acceso y el uso de datos fuera de su propio entorno de control; de hecho, en algunas jurisdicciones, las leyes locales de privacidad de datos son aún más restrictivas.
Del mismo modo, el entorno regulatorio debe evolucionar para que los auditores puedan hacer un uso más eficaz de los datos y las técnicas de análisis de datos que están disponibles. Un factor limitante hoy, desde la perspectiva del auditor, no es la capacidad de su tecnología, sino hasta qué punto las normas de auditoría existentes les permitirán aplicar esto en lugar de los métodos tradicionales. Es probable que las cuestiones normativas se vuelvan especialmente urgentes en áreas donde el uso del análisis de datos por parte de los auditores comienza a revelar nuevos conocimientos sobre el negocio que van más allá del alcance estricto del mandato de auditoría en sí. Compartir esas perspectivas con la empresa auditada planteará cuestiones vitales de independencia que exigen una consideración cuidadosa tanto por parte de los auditores como de los reguladores.
El paso a un proceso de auditoría mucho más basado en datos está en marcha y seguirá avanzando a gran velocidad. La pregunta no es si, sino cuándo y en qué medida el enfoque basado en datos transformará los procesos de auditoría tradicionales.
Resumen
La transformación digital del mundo corporativo significa que los auditores ahora tienen acceso a grandes cantidades de datos.El paso a un enfoque basado en datos tiene el potencial de aumentar la confianza en el proceso de auditoría, pero el juicio profesional del auditor aún tiene un papel clave que desempeñar.