Más allá de la estructura de los comités, ¿cómo pueden las juntas directivas liberarse para mantener debates más centrados y estratégicos que conduzcan a una mejor toma de decisiones y resultados? La tecnología – y la IA en particular – puede reducir la cantidad de tiempo que las juntas directivas dedican a las tareas rutinarias. Por ejemplo, la IA puede leer, revisar y validar los informes financieros, lo que a su vez liberará capacidad para un debate más profundo y la toma de decisiones. Igualmente, al analizar grandes volúmenes de datos a lo largo del tiempo, la IA puede establecer rápidamente tendencias y patrones que habrían tardado años en descubrirse debido a las mejoras de alcance, velocidad y escala que aporta la IA.
Naturalmente, sin embargo, las juntas directivas deben asegurarse de que su estrategia de IA está integrada en su estrategia empresarial. Y eso significa garantizar que haya una gobernanza sólida en torno a su uso ético; la intención es clave aquí, y áreas como el sesgo y la discriminación involuntarios deben evitarse a toda costa para crear confianza en la IA y mitigar el riesgo de reputación.
Si la IA es correcta, será un multiplicador de fuerza para los directores de las juntas directivas y un cerebro aceptado en la sala de juntas, no sólo para comprobar los hechos, sino también para generar nuevas perspectivas detalladas con el análisis en tiempo real de los datos financieros y operativos, las tendencias y los patrones.
2. Promover la diversidad en las juntas directivas
Sorprendentemente, dado el debate casi diario sobre la diversidad en los medios de comunicación globales, las juntas directivas no están convencidas de la necesidad de evaluar la composición de estas y aumentar los conjuntos de habilidades. Sólo el 30% cree que esto mejoraría su supervisión de la gestión de riesgos. Y sólo el 6% de los ejecutivos de la junta directiva prevén cambios significativos en el liderazgo en los próximos 12 meses, según el Barómetro de Confianza del Capital de EY.
Pero para reflejar las organizaciones y sociedades a las que sirven, las juntas directivas deben, por diseño, considerar seriamente su composición actual y futura. No es sólo lo más ético, sino que también se traduce en un mayor éxito comercial.
"En algún momento, entre 2035 y 2040, llegaremos al momento en que la mayoría de las personas en los Estados Unidos sean de color", dice Herman Bulls, Board member at USAA, Comfort Systems, Host Hotels & Resorts and American Campus Communities. "Si no tienes esa perspectiva diversa en tu sala de juntas, no vas a ser tan eficaz y, por tanto, competitivo en el futuro".