¿Cómo puede la adopción de principios regenerativos desbloquear un futuro sostenible?

Por Matthew Bell

EY Global Climate Change and Sustainability Services Leader

Climate change and sustainability leader. Engaging in purposeful change and creating long-term value for global organizations. Savvy in science and technology.

10 minutos de lectura 28 may. 2024

Mostrar recursos

Hacer frente a la policrisis requiere un reinicio económico. Abundan las señales positivas, pero se necesitan medidas audaces para acelerar la transición.

En resumen

  • El progreso mundial en los indicadores ambientales, sociales y económicos sugiere un futuro sombrío, a menos que renovemos los sistemas insostenibles.
  • Fuerzas clave como la política, la tecnología, los ciudadanos, las finanzas y los negocios podrían reforzar el statu quo o ayudar a la transición hacia un estado más sostenible.
  • Las empresas, a través de su poder económico y su impacto ambiental, desempeñan un papel fundamental en el impulso del cambio sistémico hacia un futuro regenerativo.

Es fácil observar el progreso global colectivo en los indicadores ambientales, sociales y económicos y sentir que nos estamos encerrando en un futuro poco atractivo. Si bien la sostenibilidad corporativa ha impulsado un impulso significativo en los últimos años, la escala y el ritmo siguen siendo insuficientes para abordar las crisis a las que nos enfrentamos. En última instancia, todavía estamos tratando de adaptar la sostenibilidad a un sistema que es insostenible por diseño. Una nueva economía: Explorando las causas fundamentales de la policrisis y los principios para desbloquear un futuro sostenible (pdf) se ha escrito para explorar de dónde venimos y, lo que es más importante, las decisiones que debemos tomar para aumentar el ritmo y la escala de la acción necesaria.

Ciertamente, el actual sistema económico mundial ha producido innegables dividendos sociales, pero las grietas en sus cimientos son cada vez más evidentes. Estas grietas revelan que la policrisis ecológica, social y geoeconómica en la que nos encontramos, y la insuficiencia de los intentos para evitarla o abordarla, son consecuencias inevitables de seis fallas sistémicas interconectadas:

  1. Crecimiento insostenible: valorar la cantidad por encima de la calidad y la sostenibilidad del crecimiento
  2. Consumo excesivo: consumir de manera desigual, más allá de nuestras posibilidades planetarias
  3. Economía lineal: un modelo de producción y consumo de extraer-fabricar-desechar
  4. Miopía del capital financiero: sobrevalorar lo financiero e infravalorar todo lo demás
  5. Cortoplacismo: enfoque estructural y cognitivo en el presente a expensas del futuro
  6. Pensamiento aislado: abordar problemas complejos e interconectados de forma aislada

Un sistema económico global en policrisis

  • Abrir descripción de la imagen#Cerrar descripción de la imagen

    Un diagrama visual interactivo que muestra los conceptos clave que sustentan la policrisis ecológica, social y geoeconómica: crecimiento insostenible, consumo excesivo, economía lineal, miopía del capital financiero, cortoplacismo y pensamiento aislado. Estos están respaldados por las fuerzas económicas de la política, la tecnología, los ciudadanos, las finanzas y los negocios.

Las fuerzas económicas clave (políticas, tecnología, ciudadanos, finanzas y empresas) tienen un papel muy importante que desempeñar para reforzar la inercia y la falta de confianza que mantiene el sistema dominante o para ayudar a generar confianza e impulso en la transición a un nuevo estado. Si bien hay tendencias preocupantes que indican que corremos el riesgo de encerrarnos en un futuro insostenible a largo plazo, hay señales igualmente prometedoras de que nos encontramos en un momento crucial para la transformación, en el que las crisis a las que nos enfrentamos hoy podrían convertirse en el catalizador de un reinicio económico.

Estas tendencias positivas pueden observarse en el creciente número de marcos e iniciativas para la transformación económica que se abren paso cada vez más en el discurso político; el rápido avance de las tecnologías renovables y regenerativas y la transición a una economía digital. Del mismo modo, el cambio cultural hacia modos de consumo ecoconscientes, basados en la experiencia y guiados por valores; el papel cada vez más importante de las finanzas en la movilización de capital hacia proyectos y tecnologías sostenibles; y la expansión de la economía colaborativa, el ecosistema y otros modelos de negocio innovadores que desafían los paradigmas tradicionales de éxito, todo ello insinúa que el cambio ya está en marcha.

Traducir estas primeras señales en acciones generalizadas requiere una colaboración intencional entre todos los actores económicos para eliminar las barreras estructurales y crear condiciones propicias para el cambio. En caso de que se tomen medidas deliberadas, confrontadoras y urgentes que se alejen de los defectos sistémicos que perpetúan la policrisis, una nueva economía regenerativa basada en el florecimiento humano y planetario sigue estando al alcance de la mano. Para acelerar la transición, creemos que las estrategias y decisiones que se tomen hoy (y en el futuro) deberán guiarse por cinco principios:

  1. Suficiencia: lo necesario para una buena vida dentro de los límites planetarios
  2. Circularidad: alinear la producción y el consumo con la naturaleza
  3. Pensamiento sistémico: conectando los puntos para catalizar el cambio de los sistemas
  4. Redefinición del valor: poner el florecimiento humano y planetario en el centro de la creación de valor
  5. Equidad y justicia: lograr una prosperidad compartida y duradera para todos

Transición a una nueva economía

  • Abrir descripción de la imagen#Cerrar descripción de la imagen

    Un diagrama visual interactivo que muestra los conceptos clave que sustentan la nueva economía: suficiencia, circularidad, pensamiento sistémico, valor redefinido y equidad y justicia. Estos están respaldados por las fuerzas económicas de la política, la tecnología, los ciudadanos, las finanzas y los negocios.

Nos encontramos en un punto de inflexión crítico, con dos sistemas económicos futuros a la vista: uno profundamente arraigado, el otro emergiendo lentamente; ambos, probablemente, seguirán compitiendo por el dominio. Reconocemos que la mayoría de las empresas (si no todas) de hoy en día encontrarían sus modelos de negocio no solo desalineados sino que, en muchos casos, incluso, entrarían en conflicto con los principios de la nueva economía. Después de todo, es un hecho que un negocio no puede ser verdaderamente sostenible en un sistema insostenible.

Sin embargo, un número cada vez mayor de empresas está reconociendo su papel ―como el bloque económicamente más poderoso y de mayor impacto ambiental del planeta, y un vínculo fundamental entre la política y la acción de la economía real― para acelerar el impulso hacia un futuro regenerativo y generar confianza en él. También se reconoce cada vez más que navegar por la disrupción inevitable y mantener la relevancia y la competitividad en un futuro radicalmente diferente del presente requiere una transformación más profunda, sin la cual las empresas corren el riesgo de quedarse atrás. 

Abundan las pruebas de este cambio de mentalidad, e incluso las empresas grandes y establecidas comienzan a cambiar de forma pequeña pero significativa. La industria de la moda, por ejemplo, reconoce cada vez más la importancia de optimizar el uso de los recursos y minimizar los residuos, y muchas empresas animan a la gente a comprar menos piezas duraderas y de alta calidad. En la industria electrónica, las iniciativas para reciclar los desechos electrónicos y diseñar productos para facilitar el desmontaje están ganando terreno. En el ámbito de la movilidad, los fabricantes están adoptando modelos de uso compartido y servicio y colaborando con las redes de carreteras para crear soluciones integrales. En la agricultura, las empresas están implementando prácticas de agricultura regenerativa, están reduciendo el desperdicio de alimentos y se están asociando con los agricultores para crear cadenas de suministros más equitativas, inclusivas y resilientes. Y algunas grandes empresas están adoptando el estatus legal de B Corps, o similar, para consagrar su compromiso con la sostenibilidad y la búsqueda de valor más allá de lo financiero. 

Si bien lograr los cambios necesarios será un proyecto a largo plazo, las políticas y estrategias que se establezcan a corto plazo definirán qué futuro prevalecerá. Por lo tanto, las preguntas que debemos hacernos son: ¿qué futuro regalaremos a la próxima generación? Y ¿cuál es nuestro papel para lograrlo?

Para profundizar en ellos, explorando puntos de datos, acciones prácticas, ejemplos del mundo real y preguntas para la reflexión sobre tu papel y el de tu organización en la nueva economía, puedes leer la reseña completa: Una nueva economía: Explorando las causas fundamentales de la policrisis y los principios para desbloquear un futuro sostenible (pdf).

Acerca de la Unidad de una Nueva Economía

La Unidad de Nueva Economía (NEU, por sus siglas en inglés) es un equipo de investigación y conocimiento dentro de la práctica de Servicios Globales de Cambio Climático y Sostenibilidad (CCaSS, por sus siglas en inglés) de EY. La NEU se centra en los cambios sistémicos a largo plazo hacia una nueva economía regenerativa.

Reconocemos que la magnitud del desafío va más allá del ámbito de competencia de una sola empresa y requiere un esfuerzo colectivo para abordarlo. Queremos involucrarnos, compartir ideas y cocrear con otras personas que investigan en este espacio y con cualquier persona que esté interesada en lograr un futuro más equitativo y habitable.

Una nueva economía

Explora las causas fundamentales de la policrisis y los principios para desbloquear un futuro sostenible.

 

 

Descarga el reporte

Conéctate con la Unidad de una Nueva Economía

Te invitamos a compartir tus reacciones, pensamientos e ideas para la acción.

 

Contáctanos

Resumen

Nuestra economía se enfrenta a una policrisis. Para trascenderla, debemos reconocer sus causas sistémicas y adoptar nuevos principios para guiar la creación de una economía regenerativa orientada hacia el florecimiento humano y planetario: suficiencia, circularidad, pensamiento sistémico, redefinición del valor y equidad y justicia.

La transición a este nuevo estado no solo es posible, sino que tiene sentido desde el punto de vista empresarial, social y medioambiental. Las empresas, como actores cruciales en los ámbitos económico y medioambiental, están perfectamente posicionadas para liderar este cambio, generar confianza en una nueva visión estratégica y asegurar su supervivencia en un futuro radicalmente diferente al presente.

Acerca de este artículo

Por Matthew Bell

EY Global Climate Change and Sustainability Services Leader

Climate change and sustainability leader. Engaging in purposeful change and creating long-term value for global organizations. Savvy in science and technology.