En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales y de la necesidad de fomentar una movilidad sostenible, la industria automotriz no se ha quedado atrás. Dentro de este contexto, la electrificación del transporte surge como una tendencia global imparable, y México en su deseo de unirse a esta preferencia, ha adoptado esta tendencia a través de la ejecución de diversos planes y estrategias orientados a la sostenibilidad.
Sin embargo, siguen existiendo incertidumbres en cuanto a la velocidad y la eficacia con las cuales se está realizando esta transformación en el país. Este proceso representa un reto considerable, que implica no solo la adaptación de los modelos de negocio, sino también una evolución en la cadena de suministro y el desarrollo de una infraestructura robusta capaz de respaldar este cambio de paradigma.
Tendencias hacia la electrificación de vehiculos
La electrificación es una tendencia clara en la industria automotriz, impulsada por las regulaciones ambientales, la demanda de los consumidores y el desarrollo de nuevas tecnologías. No obstante, la transición hacia vehículos totalmente eléctricos aún es incierta.
En el caso de México, esta tendencia ve impulsada por una demanda cada vez mayor, a la par que se presentan significativos retos y barreras. Por tanto, es esencial analizar estos desafíos que el país debe superar y cómo las empresas pueden adaptarse eficazmente a este cambio.
Adaptación a los cambios del mercado
El proceso de reconversión de una línea de producción convencional a una de vehículos eléctricos puede tomar entre dos y cuatro años, por tanto, el reto radica en saber cuándo y cuánto acelerar estas transformaciones.
Es un hecho que, la pandemia trajo consigo cambios en el comportamiento de los consumidores, de hecho, si bien inicialmente todos los vehículos eléctricos producidos se vendían, ahora los inventarios están aumentando debido a una disminución en el ritmo de las ventas.
Este hecho ha puesto de manifiesto la necesidad de adecuarse y manejar estos cambios imprevistos con una planificación experta.
Es por esto que la innovación entra a jugar un papel crucial en la transformación de la industria automotriz. El desarrollo de baterías más eficientes y de menor costo, junto con las grandes inversiones en la implementación de tecnologías más eficientes y la reorganización de las cadenas de suministro, podría provocar un crecimiento exponencial en el uso de vehículos eléctricos.
El papel de las políticas públicas en la transición hacia la electrificación
La transición hacia la electrificación de la industria automotriz también depende de las políticas públicas. Los países más avanzados en electrificación han implementado políticas públicas proactivas, que van desde incentivos hasta restricciones a los vehículos de combustión interna.
En ese sentido, el reto es iniciar a desarrollar políticas de gobierno, universidades y empresas que apoyen la innovación y la transformación energética. Para sostener un futuro totalmente eléctrico, es necesario tener una robusta infraestructura energética que abarque la producción, la transmisión y los puntos de carga. Asimismo, también se necesitan más actores, no solo del sector energético, sino de diversos ámbitos, como el desarrollo urbano y la infraestructura de la ciudad.
Es necesario un esfuerzo conjunto para superar los desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades que esta transformación ofrece.