La crisis del COVID–19 ha llevado a la adopción de medidas sin precedentes en todos los Estados miembros de la UE, entre ellas la reintroducción de controles en sus fronteras interiores.
En este contexto, la Comisión Europea ha elaborado unas Directrices relativas al ejercicio de la libre circulación de personas, de 30 de marzo de 2020, en las que indica a los estados miembros que los trabajadores desplazados que prestan servicio en ocupaciones críticas deben poder desplazarse libremente por la UE.
Así, en este contexto de control de fronteras interiores en la UE, el adecuado cumplimiento de las obligaciones derivadas de la Directiva 96/71/CE sobre Desplazamiento de Trabajadores en el marco de una prestación de servicios en los sectores indicados como críticos se puede convertir en una herramienta habilitadora, una garantía, para el desplazamiento de dichos trabajadores.