Cuando se habla de retorno de inversión, en lo primero que se piensa es en rentabilidad y esta se deriva de los resultados positivos. Si la compañía tiene buenos resultados y si éstos se acompañan de un sólido capital de trabajo, inferimos que estamos al frente de una compañía más que rentable. Pero qué pasaría si el negocio de la compañía no es perdurable o sostenible en el futuro. ¿Cómo se encontrarían nuevas y mejores formas para hacer perdurable el negocio?
Más que una tendencia o moda, el intraemprendimiento o el emprendimiento corporativo es una realidad y además necesaria de cara a que las compañías perduren en el tiempo. Esta es la forma como las compañías buscan, constantemente, nuevas oportunidades de negocio derivado de su negocio principal o incluso de mejorar el actual. Para lograr el emprendimiento corporativo se debe promover una cultura innovadora dentro de las compañías y también buscar nuevos productos o servicios derivados de una constante renovación estratégica.
Parece sencillo, pero tener una cultura emprendedora dentro de las empresas resulta ser todo un desafío. De hecho, muchas compañías aparentan ser emprendedoras y/o innovadoras. En realidad, no lo son, más bien quieren llegar a serlo o peor aún aparentan que lo son. Lo realmente importante es que para poder transformarse dentro de las organizaciones, es necesario que la cultura innovadora de la compañía sea el pilar fundamental de los colaboradores dentro de las empresas.
Así las cosas, las empresas que quieran dejar una huella no sólo en el corto, también en el largo plazo deberían iniciar desde ahora. Con esto no sólo se admite que deben ir por el siguiente paso sino que deben incentivar a su gente a pensar en pro de la innovación y con ello seguramente lograrán resultados perdurables en el tiempo.
Cuanto más se innove o se adopte una cultura de emprendimiento al interior de las compañías, más posibilidades habrá de ser exitosos de manera perdurable en el tiempo. La principal materia prima para lograr una cultura que promueva el emprendimiento y la innovación en las organizaciones es la gente. Para ello no sólo es necesario que se rodeen del mejor talento, sino que se promuevan las ideas de negocio al interior de las compañías. Cuantas más ideas se generen, mejores oportunidades se podrán lograr para las compañías.
Así las cosas, es mandatorio que los directivos inicien una renovación estratégica en las compañías, pues ello cobra más importancia que mirar sólo los resultados financieros. En este contexto, la cultura de preparación de reportes integrados, en el que no sólo se plasme la realidad financiera de la compañía sino cómo estos resultados son perdurables en el tiempo, debe ser un deber y no sólo una opción.
Articulo extraído de la columna de opinión del Diario El Espectador publicada el 15 Jul 2019