Zanahorias y palos
En muchos casos, reducir el impacto ambiental es caro e inconveniente. La tecnología limpia no se produce a la misma escala que las tecnologías de combustibles fósiles. La zanahoria puede ser la respuesta.
"Para fomentar pasos significativos hacia la sostenibilidad, suelen ser necesarios los incentivos y las sanciones financieras", afirma Paul Naumoff, EY Global Sustainability Tax Leader y EY Global and Americas Location Investment, Credits and Incentives Leader. "Son una forma probada de que los gobiernos influyan en el comportamiento tanto de las empresas como de los individuos". Cita un par de ejemplos:
- Las subvenciones para la sustitución de motores diésel (DERG) son administradas por los organismos gubernamentales de los Estados Unidos. Su objetivo es incentivar la sustitución de vehículos diésel antiguos por otros nuevos y más limpios. Las flotas de empresas y las organizaciones gubernamentales pueden recibir financiación de hasta el 25% del costo de los vehículos diésel o de combustible alternativo de sustitución y de hasta el 75% del costo de los vehículos de cero emisiones de sustitución.
- Un método habitual para reducir las emisiones es el sistema de tope y comercio. Jurisdicciones como China y Corea del Sur han puesto un precio al carbono y han limitado la cantidad total de gases de efecto invernadero que pueden emitir las entidades cubiertas a través de los Sistemas de Comercio de Emisiones. Si una empresa no paga por su exceso de emisiones o ha superado su asignación de emisiones, se enfrenta a importantes multas.
Los programas de cambio climático y sostenibilidad difieren sustancialmente según el país y la región. Los países tienen prioridades que compiten entre sí, por ejemplo, cómo impulsar el crecimiento económico al tiempo que intentan mitigar el uso de recursos naturales y sustituirlos por fuentes ecológicas alternativas. Alrededor de 40 países ofrecen actualmente incentivos a la sostenibilidad, la mayoría de los cuales tienen como objetivo impulsar las iniciativas ecológicas, así como el crecimiento económico mediante la reducción de los costos.
En cuanto a los programas de financiación a gran escala, varias naciones administran las oportunidades para las tecnologías innovadoras de baja emisión de carbono. Las diferencias en las políticas nacionales quedan claras al comparar las de Europa y Asia Oriental, por ejemplo.
El Fondo de Innovación de la UE, por ejemplo, proporcionará 10.000 millones de euros de ayuda entre 2020 y 2030 a las empresas europeas que inviertan más de 7.5 millones de euros en tecnología sostenible.3 Entre los sectores empresariales que pueden acogerse a este tipo de programas se encuentran las energías renovables, el almacenamiento de energía y otras industrias de alto consumo energético, como el transporte, la manufactura y la generación de energía eléctrica. Programas como el Fondo de Innovación pueden, sin duda, atraer nuevas empresas al tiempo que proliferan las tecnologías limpias locales.
Mientras tanto, en la región ASEAN, la sostenibilidad empieza a figurar en la lista de prioridades, ya que la región es vulnerable a los efectos del cambio climático, desde la contaminación urbana y las olas de calor hasta las inundaciones repentinas y la subida del nivel del mar.
"Están empezando a aparecer diversos incentivos en la región", explica Brian Smith, EY Global Incentives, Innovation and Location Services Leader. "Ya sea Filipinas, que ofrece incentivos para la creación de centros de datos ecológicos o la instalación de paneles solares en los edificios, o Malasia, que ofrece incentivos fiscales a las empresas que emprendan iniciativas de energía renovable o de biomasa."
Nuevas iniciativas en Estados Unidos
Algunos de los cambios más significativos parecen estar ocurriendo en Estados Unidos. Una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno de Biden tras su toma de posesión en enero de 2021 fue la reincorporación al Acuerdo de París. Este fue un paso importante y marcó la dirección de la política del nuevo gobierno. Le siguieron otras órdenes ejecutivas.
Todas las flotas de vehículos del gobierno estadounidense, por ejemplo, deberán adquirir vehículos de emisiones cero. La normativa de sostenibilidad propuesta incluye nuevas y rigurosas normas de ahorro de combustible destinadas a garantizar la plena electrificación de los nuevos vehículos ligeros y medianos, y la mejora anual de las normas de combustible para los vehículos pesados.
En el pasado ha habido varias propuestas de impuestos sobre el carbono y ajustes en frontera. Este sigue siendo un área de interés, y más recientemente se ha debatido también sobre los impuestos fronterizos sobre el carbono.
Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, un impuesto ilustrativo sobre el carbono de base amplia que comenzara con 25 dólares por tonelada en 2017 y aumentara un 2% más que la inflación habría recaudado 1 billón de dólares durante su primera década.4
Aunque los periodos de revisión siguen a las órdenes ejecutivas, la administración Biden ha demostrado desde el principio que está comprometida con la sostenibilidad y la limpieza del medio ambiente. Se trata de un paso importante para Estados Unidos y el resto del mundo.
¿Han tenido éxito los incentivos?
Algunas políticas importantes han puesto el listón muy alto. El European Green New Deal incluye un conjunto de normas, objetivos y metas de reducción apoyados por incentivos y políticas fiscales. Países como China, Corea del Sur y Japón aspiran a ser totalmente neutros en carbono en 50 años.
Naumoff afirma que, en general, los incentivos a nivel nacional han tenido éxito en áreas específicas, como la mejora de la calidad del aire, el aumento de la adaptación de los vehículos eléctricos y el desarrollo de tecnologías innovadoras de energía renovable.
Cita cómo un programa de subvenciones para la mitigación de emisiones introducido en Estados Unidos ha logrado reducir la tasa de emisión de óxido de nitrógeno (NOx) a un mínimo histórico de 4.9 millones de toneladas métricas en 2019, con el objetivo final de eliminar rápidamente más de 100.000 toneladas de NOx de la atmósfera para 2027.
Como se ha visto en EE.UU., lo que una administración gubernamental nacional puede poner en marcha, otra puede derogarlo. En Australia, por ejemplo, una política de precios del carbono introducida en 2012 fue derogada tras un cambio de gobierno en 2014.
Eso era entonces. Ahora, en 2021, la opinión pública, el compromiso de los gobiernos y las prácticas empresariales han cambiado. Por ejemplo, las solicitudes para la primera ronda del Fondo de Innovación de la UE fueron masivamente sobredimensionadas, ya que las empresas con propuestas que cumplían los requisitos se apresuraron a recibir financiación subvencionada. Desde esta perspectiva, ésta y otras iniciativas han buscado y obtenido apoyo con éxito.
¿Y las medidas punitivas?
Más de 100 jurisdicciones han aplicado tasas, aranceles o impuestos de protección del medio ambiente para reducir la contaminación de las empresas, explica Naumoff. Entre ellos se encuentran las tasas por incumplimiento de la normativa sobre contaminación atmosférica, el aumento de los impuestos especiales sobre los combustibles fósiles y los vehículos que los utilizan, y los impuestos sobre el dióxido de carbono. La mayoría de estas medidas han conseguido que las empresas sean más responsables y reduzcan la contaminación perjudicial.
"El impacto se nota sobre todo en las normas de calidad del aire", dice. "En Europa, al menos 16 países han implantado tasas por contaminación atmosférica desde 1980 y esto ha supuesto una reducción de más del 40% de los contaminantes atmosféricos nocivos".
Pero reaccionar ante las sanciones es más fácil para algunos tipos de empresas que para otros. Por ejemplo, es poco probable que las empresas de servicios financieros que no producen mucha contaminación sean objeto de sanciones, aunque pueden tomar medidas para reducir las emisiones de sus edificios.
Los generadores y proveedores de energía tienen un trabajo mucho más difícil y pueden ser grandes compradores de permisos de emisión de carbono. Muchos de ellos están cambiando sus operaciones para generar energía a partir de recursos renovables, pero en general se trata de organizaciones muy grandes que no pueden cambiar sus modelos operativos de la noche a la mañana.
Impacto y acción empresarial
Una empresa que opera en un estado o jurisdicción puede encontrar relativamente sencillo mantenerse al día con la nueva legislación y normativa medioambiental local o nacional. Aun así, el juego puede cambiar con bastante rapidez.
¿Cuánto más exigente es entonces mantenerse al tanto de los requisitos y las oportunidades si la empresa opera en varias jurisdicciones, países o regiones?
Las empresas necesitan saber cómo afectarán los incentivos y las sanciones medioambientales a sus operaciones, para poder tomar decisiones estratégicas con conocimiento de causa, minimizar su riesgo y beneficiarse de las nuevas oportunidades.
"Un buen primer paso es considerar las prácticas existentes en la empresa", dice Naumoff. "Esto puede hacerse mediante el seguimiento global de la huella de carbono de toda la cadena de suministros de una empresa, lo que permite a esta comprender con precisión los impactos de las propuestas en unidades de negocio, mercados y geografías específicas."
Esto también permitirá a las empresas trazar una estandarización transfronteriza de las políticas de sostenibilidad y minimizar las externalidades negativas.
"Desde una perspectiva externa, el seguimiento y la supervisión de la evolución legislativa son cruciales, especialmente en el marco de políticas globales como el European Green Deal", continúa Naumoff. "Aunque las empresas han ido avanzando de forma constante al dar prioridad a la responsabilidad medioambiental corporativa, es fácil perder de vista el impacto medioambiental holístico y detallado. Esto da lugar a costes imprevisibles a medida que se establecen nuevas sanciones e incentivos."
Akshay Honnatti, "Es imperativo que las empresas comprendan el panorama y la rapidez con que está cambiando. "Tienen que saber si las novedades son importantes para su negocio. Esto les lleva a saber qué decisiones pueden tomar para minimizar el impacto de estas iniciativas y beneficiarse de los incentivos disponibles, porque todo el mundo necesita hacer inversiones para cumplir los compromisos gubernamentales de alto nivel.
Si se toman esas decisiones de inversión sin equilibrio en torno a los incentivos, probablemente no se esté haciendo justicia a sus stakeholders".
Conclusión
Es fundamental para los incentivos y sanciones gubernamentales en materia de sostenibilidad que todos compartan la carga. Sin embargo, las empresas pueden reducir los impactos negativos y obtener financiación y beneficios fiscales adoptando estrategias y prácticas que cumplan la normativa.
Esto significa estar al tanto de las nuevas leyes, reglamentos e iniciativas medioambientales en todos los lugares en los que operan, y poner en marcha procesos y procedimientos que les permitan mantenerse informados a medida que evolucionan y cambian en los próximos meses y años.